Esta semana el foco volvió a estar en los
excesos de lluvias en el centro de nuestro país y los
faltantes en el sur. Se esperaba que las precipitaciones del fin de semana pasado se concentraran más al norte, pero en cambio afectaron la
misma zona que viene siendo castigada por los
excesos hídricos. Así las cosas, empezó un festival de proyecciones de pérdidas que hicieron subir el mercado a niveles impensados quince días antes. Esto podría ser una
oportunidad de venta.En forma temprana, las primeras estimaciones de analistas privados
apuntaron a 50/51 millones de toneladas para la
cosecha de soja.
Sin embargo, venimos sosteniendo que la situación no sería tan alarmante ya que las pérdidas en algunas regiones se
verían compensadas con mayores rindes en otras gracias a la buena humedad. Sin embargo sobre el cierre de la semana la
Bolsa de Comercio de Rosario recortó la producción a 52,9 millones de toneladas (1,5 millones de toneladas menos respecto de su proyección previa) y la de Buenos Aires achicó el área a sembrar con
soja en 100.000 hectáreas, lo cual implicaría un recorte adicional de producción de unas 300.000 toneladas. De todas formas destacan que hay una
superficie grande en riesgo.
Por el otro lado, en Brasil la trilla viene
avanzando y va ganando ritmo. El problema fue un paro de transportistas que piden un
aumento en las tarifas.Un tercer elemento que se suma a la pulseada es que con la
relación de precios que estamos viendo, y que favorece mucho a la soja en detrimento del maíz, la oleaginosa ganaría mucha superficie el año próximo, noticia
negativa para los precios, aunque un elemento que todavía no tiene tanto peso en el mercado, ya que el informe oficial de intención de
siembra recién se difundirá el 31 de marzo.En tanto en el mercado local los precios llegaron a
niveles más que interesantes. Siempre es difícil acertar a los techos de un mercado, y con
fondos especulativos que habían reducido sus posiciones compradas, el fenómeno climático argentino y las dificultades
logísticas de Brasil, generan una incertidumbre que habilita a subas de este estilo. Sin embargo la
reacción del mercado podría ser excesiva.
En el disponible, la mejora en los
márgenes de molienda despertaron a la industria que está
elevando sus apuestas, algo que debería también ser aprovechado.
Por el lado del maíz, también la Bolsa de Comercio de Rosario recortó la
producción por las lluvias. Se habla de 37,9 mill.tt. con una merma de 2,7 millones de toneladas respecto a las proyecciones previas. Igualmente estamos hablando de una oferta muy holgada, por lo que cuesta ser alcista ante este dato.
Lo que sí debe tenerse en cuenta es que la relación de precios que favorece la
siembra de soja, perjudica la de maíz, y aquí la caída de superficie podría apuntalar los
precios en Chicago. Sin embargo como el precio local está
muy alto en relación a Chicago, no sería raro que las alzas externas no se trasladen al mercado local, o que lo hagan muy lentamente. Por esto los 150 u$s/tt a cosecha
no son malos valores.En lo que hace al trigo, el interés comprador
está notándose nuevamente. Los precios que se están pagando se condicen con la
capacidad teórica de pago de la exportación, pero partimos de precios locales de exportación que
puesto en Brasil, llegan casi 70 u$s/tt más baratos que la
competencia norteamericana. Por esto podríamos ver mejoras sobre estos valores.
No obstante, no son pocos los que decidieron guardar trigo, pero se ven complicados para
sostener la retención, toda vez que se avecina la trilla de maíz y soja, y los espacios se
volverán muy caros.